EL GRAN AMOR DE UNA GALLINA

AUTOR: Concha López Narváez.

ILUSTRACIÓN: Juan Ramón Alonso.
EDITORIAL: Anaya.
AÑO: 2000
EDICIÓN: 4ª edición.
COLECCIÓN: El duende verde.
AÑOS A LOS QUE VA DIRIGIDO: A partir de 8 años.
CONCLUSION:

Este libro cuenta la historia de una gallina, Carolina. Desde que nació, Carolina, era distinta a todas las demás gallinas. Ella se preguntaba siempre porqué las cosas no se podían hacer de manera diferente o podían ser diferentes. Aprendió a volar, cosa que las gallinas no hacen. Ella era diferente y aprendió a que no debía aceptar nada que no quería.

Pasado el tiempo se hizo mayor y la metieron en un gallinero. Allí todo era distinto a como ella estaba anteriormente. Carolina tiene mucho carácter y siempre se ha sentido una gallina destinada a vivir sin ataduras. A pesar de que el Marqués, el gallo más apuesto del gallinero, está profundamente enamorado de ella, pero ella solo quiere ser su amiga.

Un día aparece en el gallinero Teobaldo, un gallo, gordito y sonriente, por el que Carolina se sentirá cautivada. El amor surge entre ellos y nada les podrá separar. Pero hasta llega la Navidad.

La granjera le da mucha comida a Teobaldo y a Carolina le hace sospechar, que se confirmaron cuando la granjera apareció con un enorme cuchillo dispuesta a convertir a Teobaldo en la cena navideña.

Carolina hizo de todo para despistar a la granjera, pero nada funcionaba, hasta que puso un huevo muy grande. Y no solo uno si no que puso muchos más. La granjera dejo de lado a Teobaldo y fue a presumir ante sus amigas de su gallina. Teobaldo y Carolina consiguieron casarse y tuvieron pollitos.

Es un libro de tapa blanda y que los niños pueden manejar por su pequeño tamaño. En la portada aparece el nombre de la colección del libro, el nombre de la autora, el nombre del ilustrador, la editorial y una imagen de Carolina, la gallina. En la contraportada, aparecen las edades a la que va dirigida la colección del duende verde.

En cuanto a la letra, es sencilla y grande para que los niños la puedan leer fácilmente. No es un libro difícil para leer. Además es un libro entretenido y divertido para los niños.

En cuanto a las ilustraciones, están muy detalladas. Los animales se asemejan a la realidad. Hay fondo y perspectiva. Llama la atención que la gallina no tiene alas, sino que tiene brazos como una persona. Ello puede llamar la atención del lector.